Dos de los mayores residuos que se almacenan en vertederos, alimentos y aparatos electrónicos, pueden trabajar de la mano para conseguir un mejor reciclado. Estudios llevados a cabo por investigadores de Singapur han observado que gracias a la piel de la naranja se puede llevar a cabo la separación y recuperación de las baterías de litio de manera mucho más eficiente